Dentro del mundo
El reloj con su sueño de silencio,
la vida con su cotidiano oropel,
y yo con el licor que libo.
Hay ratos tan interesantes
que llego a creer que soy grande;
al fin de cuentas,
cada ser entra en acción como quiera, además.
¡Oh mundo humano, enredado y enmarañado!
En conclusión: Todo es un cálculo de baratijas
que se agranda con la estimulación de las sensaciones.