Dulce Impía
Hundo mis ojos
entre el ardor de una noche tibia,
para encontrarme con esa hermosa dama
que conocí por un desliz
en un día asoleadamente misterioso.
Di un paso
hacia tu dulzura
para en secreto crucificarme,
luego todo en mí, tú alumbraste.
Luz de vida,
al fin de aquella noche
te volviste voluptuosamente inmanejable.
Garza Roja, 27 de Diciembre del 2008.