I Viacrucis Milenario

 

Observa bien al muerto que seremos. Yace allí y allá como una advertencia sobre nuestra pequeñez.

 

Que espere entonces la desesperanza, al fin y al cabo pronto llegará esa mortalidad que con salvación incluida vibra ante el asombro de todos los que nunca nacerán.

 

FALSA INGENUIDAD: