SEGUIR VIVIENDO
Mudo dolor siento
al encender las cenizas de tus labios.
Entra la noche como un trueno
y rasga nuestras tristes sábanas.
Los días pasan frente a nuestra miseria;
nuestra alianza es sólo la pobreza que somos.
Tú me dices que tienes los pechos rendidos.
Mi memoria está viva,
aquí habita un vulnerable amor.
Ahora es de noche
y tú ya no tienes hombre
ni yo la mirada de tu luz.