TRAMPAS EN LAS CARTAS
Ha llegado la hora de los románticos.
Seguirán el pan y el circo ensordeciéndonos.
El destino ya está cansado de enviarnos señales,
y es imposible adivinar por qué se dan tantas
vueltas.
Palabras, palabras, palabras:
Patria, patria, patria…
Seguimos, con exactitud, errando.
Hay que domar y domesticar los discursos;
si no, los Bad Boys disfrazados de ángeles
nos seguirán haciendo dar el paseo matutino,
y el comercio de indulgencias continuará
sin que nadie interrumpa el partido.
¡Bad Boys!