TUS BILLETES
El dinero se podrirá entre lluvias
y aunque las reservas nacionales decreten dictados,
el dinero sólo se aferra al viento.
El espíritu del dinero
se ha instalado en nuestros cuerpos.
La piel comienza a oler a tinta guardada
y el hombre corona futuros de pobreza.
Padre Nuestro,
enséñanos a separar la imagen del billete
del enigma de nuestra imperfección.