Dios ha muerto
La condición esencial humana está herida. Hoy 7.000 millones de seres humanos en el planeta viven perturbados, resignados y perdidos, envueltos en un “narcisismo de goces”, donde las leyes naturales y divinas se han quedado en el exilio.
Ahora, solo el hombre es la ley para los que vienen, para los que están, y para los que se fueron. El hombre se declaró Dios, se aburrió de su ancestral Dios y lo mató. Él es la ley y solo él y nadie más que él, el hombre.