El Don de la insignificancia
Lo humano es seguir penetrando dentro de territorios inciertos, para disque salvarnos de nuestra insignificancia.
En fin, ese es el poder de nuestra imaginación, la que nos dejará siempre con lo único humanamente importante:
“Nuestro bagaje cultural, que nos seguirá permitiendo pensar que podemos salir de la rígida inercia aunque seamos insignificantes”.
Madrid, marzo 2013