Truenos y celos II
Elocuente tragedia, hablar de la Patria… En resumen, es la fabricación de una deidad monstruosa, en su seno nacen los cómplices y complicidades, en nombre de la Patria se hace dar a luz un circo gratuito, donde a la salida el ciudadano está obligado a pagar la cuenta.
Otra vez el circo con un nuevo Calígula, bastos terremotos tormentosos para el erario nacional. El nuevo Calígula quiso llamar la atención, se tragó todas las perlas del cofre, ya no se muestra fecundo. Agotados los tesoros, la Patria ha quedado reducida a la quiebra, mientras continúa pujando en su cabeza que no habrá Patria si no nos imponen otra contribución.
Su pasión por la Patria se trocó en frenesí, ahora quiere que elijamos a su ungido con patriótica sumisión.
Al principio, todos revolucionariamente marchaban contentos y enriquecidos. El grandilocuente se dirigió contra la partidocracia,y con abultada agitación expulsó las amenazas del bárbaro imperio, mandó a sacar del sepulcro a Alfaro, tan apasionado era por el canto y el baile que necesitaba todos los días tarima.
Muchos prodigios anunció con elocuencia, la Patria fue rociada de esperanzas que lucían sagradas, sus fans no quieren dar crédito ¡qué fracaso!, porque el elocuente les abolió la memoria y la gente que estaba feliz la dejó sin empleo pero lista para el combate.
Palafrenero del Estatismo, como economista no economizó y perdió la facultad universal necesaria para el equilibrio. Los negocios del Estado se manejan con el triple de prudencia que los personales.
Samborondón / 2016