Vuelve a la memoria
Olvidémonos del pecado,
la huella de la noche
ha dejado tus ojos desnudos.
Crudos fueron esos besos,
nadie pidió auxilio,
todos al final de cuentas
celebramos en intimidad
y sin advertencia alguna aquel goce existencial.
Quemamos la noche,
entre chantajes ingenuos
y una arquitectura erótica
que construye poemas sin nombres.
Nunca pactamos fecha,
siempre ponemos las manos a la obra
desafiando el límite de nuestros ser.
El tiempo pasa,
siempre el goce vuelve a la memoria.
Garza Roja, a 8 de Febrero del 2009.