Entre rendijas
Mi Padre con la sabiduría que le caracterizaba, sostenía: “Al fin y al cabo los hombres son hombres, no importa al Dios que le recen”. Por todo ello, independiente del Dios al que se le rece hallaremos entre todos los credos; honor, justicia, dolor, sabiduría y alegría, como también hallaremos miserias.