Productivamente prioritario
El planeta necesita un nuevo orden social, un nuevo conjunto de valores en el que el dinero no sea la retórica del éxito, ya que no se puede seguir construyendo Imperios económicos bajo la cobija de Gobiernos que permiten la explotación estúpida de la naturaleza, a través de fiebres productivistas que solo sirven para enriquecer codicias indiferentes a la destrucción de la vida planetaria. Planetariamente, debemos propiciar una ruta que limite la codicia humana, el mundo debe cambiar de paradigmas y apostar por la colaboración.
De nuestra creatividad depende el grado de nuestra evolución, involución o destrucción, por ello el mundo debe cambiar sus conductas para que no nos autodestruyamos.
Las reglas del juego deben ser cambiadas, compitamos a lo inverso, el que menos consume es el más poderoso. En nombre del bien común debemos cambiar el orden de prelación de los intereses humanos, aceptando que el hombre debe ser formado para ser y no para tener, de lo contrario, el brutal hedonismo nos sepultará entre piedritas de diamante, oro y barriles de petróleo.