“Oferta de Poder “
¿Qué hacemos de trascendental los Ecuatorianos para romper con la parálisis de recitar dogmas de esperanza?
La trivialidad solo nos lleva a la vulgaridad del subdesarrollo económico y espiritual.
El hombre que quiere triunfar tiene que ser como un sacerdote que transustancia el pan y el vino en cuerpo y sangre de Cristo, es decir, que los escasos materiales que tiene los lleva a una transustanciación superior, lo que significa que los pocos chécheres que cada quien tiene deben ser herramientas poderosas para el cambio.
El Ecuador sigue engañado por vulgares heroísmos donde prevalece la hipocresía y las mentiras que encubren los pecados de su dirigencia.