Objeciones imaginarias

 

¿Quién ha cumplido el sueño (the wish), el pueblo o el Doctor Rafael I El Lasallano que logró sus sueños infantiles de ser Presidente en el Ecuador?

 

El sociólogo Marcel Mauss sostenía: “La sociedad está construida y sustentada por un ciclo perpetuo de intercambio de dones entre una misma generación y entre varias generaciones”.  Sostenía además: “El factor clave no es tanto lo que se da sino el hecho mismo de dar”.

Correa gobierna con pasión y empeño, eso sí, sin saber qué puede dar, olvidándose que él solo es un nuevo integrante de una cadena simbólica donde él es el Presidente del Ejecutivo y nada más, por ello debería tener claro el rol que le ha sido asignado para saber ocupar el lugar que le permitiría seguir teniendo un amplio respaldo de los ecuatorianos.

Él ha soñado con un espacio en la historia, pero no logra modernizar su lenguaje para darle sentido y estructuras a su palabra. El Socialismo del Siglo XXI carece de estructura y no fue creado ni pensado para el pueblo ecuatoriano. Solo es un argumento propagandero que tiene como única función bloquear el lenguaje de la democracia formal para imponer vanidosos dictámenes.

 

Pregunto: ¿Puede el Doctor Correa definir técnicamente al Socialismo del Siglo XXI, y los postulados revolucionarios o solo un gozoso fetichismo en el que Usted y gente como Chávez gozan al destruyendo el aparataje socioeconómico construido por la burguesía ecuatoriana y venezolana?

 

Cuando hablo de fetichismo me refiero a la acepción de la Real Academia de Lengua Española, que habla de idolatría, veneración excesiva a ídolos u objetos de culto, al que se le atribuye poderes sobrenaturales entre los pueblos primitivos.

Correa y Chávez tienen como objeto de su necesidad pulverizar a los burgueses para que emerja el Gran Estado, por ello emergen pomposos pero siempre deformados liderando la mala información.

Doctor Correa: ¿Por qué un burguesito como usted cuyo linaje familiar está ligado con los viejos nombres de los gamonales de la Costa (Los Ríos y el alto Guayas) golpea a los burgueses agro exportadores con saña y alevosía?

Seguramente para comprender esta pregunta hay que adentrarse en el estudio del psicoanálisis, ya que allí se sintetiza la fuerza de su goce, cuya demanda psicológica es en definitiva una demanda de amor infinita y por ende imposible de satisfacer.

Cuando veo atacar a los pelucones con énfasis durante el día y la noche, me recuerda a las damas anoréxicas que al negarse a comer dan cabida a un goce que está más allá de la demanda de la madre para que coma, donde la hija ofrece una negativa simbólica a la madre manteniendo su deseo centrado en no comer nada, y como explica la Psicoanalista Inglesa Darian Leader: “Se introduce así una falta en relación con la madre que marca claramente la tensión entre la demanda y el deseo”.

Usted mejor que nadie sabe cuán importante era para la agro exportación costeña firmar los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, pero como una anoréxica se niega y se negó con todo tipo de gestos histéricos a firmar dicho Tratado, todo por no satisfacer el anhelo de la madre o en su caso el de la burguesía guayaquileña agro exportadora, de quien usted infinitamente sigue demandando reconocimiento.

Seguramente Jacques Lacan sentenciaría que su caso es: “Una mala Constitución del nombre del padre”.

 

FALSA INGENUIDAD: