Inevitables géneros
Cada quién con sus raros momentos de plenitud,
cada quien va sentir la noche con su voz
y a los recuerdos con sus ojos cerrados.
Hay que conocer la vida para ponerla en verso
y hacer que cada segundo desemboque en un poema,
con la impotente propiedad de aplacar el poder de los relojes.