Todavía
Mañana será otro día
y la delicada sombra de tu muslo
besará la alegría de mis amaneceres.
Venid, amor mío,
con tus labios que dibujan el cielo.
Si me muero antes
quiero conocer esos límites
que me han fijado tu ombligo
Tus besos son el camino de mi Alba,
sutil, me dejo llevar por tu mano.
Frío amanezco,
tú me dejaste de calentar entre tus susurros.