Serena verdad
Que cada uno aporte lo que sepa
y fabrique sus creencias,
para que no le pisen el poncho
ni trepite entre los vicios del Poder.
Triste puede ser el mundo,
la posmodernidad está armando para todos,
un mundo de idiotas, y sus líderes no son ángeles,
si no muchos de ellos tránsfugos voladores.
Grande es el clamor humano:
¡Qué tristeza no ser uña y carne con Dios!
Ni tener la fuerza para remar y llegar donde él.
Incolumne el heroísmo humano,
paso a paso aramos en el mar,
mientras los pueblos bordan sin abordar
los cimientos de la vida.