Radiocaricatura

Nunca he conocido desastre igual;
un gran rayo descendió
no era un hijo de la tierra:
¡era Rafael!

Los pastores araban en paz,
al final los borregos se sublevaron.

Rafael y su haz de luz no dejó vivir
y no supo pedir paz,
se adueñó de la palabra
y la inmensa mayoría vivió en guerra contra sí mismo.

 

DÍAS HUNDIDOS:

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