Un talego

¡Patria, Tierra Sagrada!
Suma, otra vez el lenguaje tóxico.

Yo tenía un país;
ahora no sé qué nos dejarán.

Yo comencé a tener un país que se llamaba Ecuador,
ahora solo toca tocar la piel de un Monarca
porque con ese lenguaje que él dispara
toca eliminar su prosaica comparsa.

Nadie comprende la realidad de estos “sueños de perros”,
la vida nunca ha sido fácil,
peor cuando alguien rima la palabra Patria
con el espejismo de su “súper yo”.

Entonces, nadie sabe los significados finales del sueño ajeno.
Así, un reloj olvidado nos marca la hora.

¡Patria!
¡Patria olvidada!

 

 

DÍAS HUNDIDOS: