¡Oh Señor de los escaparates!
Un tipejo, otro tipejo.
Vidas que se entremezclan entre nosotros;
luego, nos estalla la cabeza y el corazón,
nos da nauseas mirarlos.
Nos cantaron odas triunfales,
rugiendo, estallando;
entre cometidos y mecanismos ofensivos, nos iluminaron,
y muchos cayeron en su trampa.
¡Patria, Tierra Sagrada!
DÍAS HUNDIDOS: