Interrogantes creativas (DR. GALO BUTTER)

La modificación evolutiva de nuestra cultura y el anhelo de un orden social nuevo para nuestro país es el mayor deseo.
Sin embargo, la contundente doble moral en el gobierno hace que veamos otra vez una gran amenaza para la regeneración nacional.

La pura voluntad no hace ni forja una Revolución, tiene que haber esfuerzo (la sabiduría universal así lo ha designado).

No basta con que se haya acumulado suficiente energía, fuerza o sufrimiento nacional. La utopía de que todos comamos y trabajemos depende de que se tenga voluntad de capitalizar nuestro trabajo honesto como bien individual y colectivo (ya que lo colectivo también es nuestro).

Los pueblos tenemos que crear tecnologías útiles y apropiadas para apoyar nuestra creatividad. Así lo hicieron algunos países como Corea del Sur, España, Costa Rica, refundándose sobre la tecnología apropiada y una nueva ética social.

Ninguna Revolución podrá fundamentarse solo sobre una Nueva Constitución, por más novedosa que sea tiene que constituirse una ética-social sólida y la tecnología apropiada para poder desarrollarnos socio-económicamente.

Si queremos Revolución no bastará con decirlo. Debe aparecer un lenguaje distinto que nos permita vivir juntos, sin que se acumulen riquezas por acumular, generando un empobrecimiento a la mayoría, sino que se impulse el crecimiento de la cooperación en convivencia armoniosa.

La capacidad de transformación del Ecuador depende de que cuando hablemos de pueblo no lo hagamos en sentido retórico, sino en el sentido de ciudadanos capaces de transformar su fuerza social con nuestra propia arma tecnológica-ética, ejemplo: “Cuando decimos Mercedes Benz, hablamos del pueblo alemán, su tecnología y su ética”.

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