Los méritos que nos inspiran

La burguesía guayaquileña naufraga sin tomar conciencia de su aristocrático hundimiento, sigue pensando que tiene méritos para seguir dominado y pienso que las tan cacareadas fuerzas productivas deben tomar conciencia que el modelo está agotado.

Si nuestra región quiere mantener algún liderazgo nacional debe entender que el modelo mercantilista agro-exportador tiene que ser tecnológico y políticamente modificado.

¿Cuál es la opción que nuestra sociedad guayaquileña como capital de una región tiene para sostener algún liderazgo?

Fundar una nueva ética tecnológica que nos permita vivir el momento global para incorporar nuestra materia y nuestro pensar. Tenemos que ser parte de nuestro propio movimiento dinámico y orgánico buscando sinergias y cooperación global para co-evolucionar en el globo, no basta con embellecer a nuestro pueblo.

Es hora de matar el narcisismo guayaquileño, tenemos que ser parte del todo regional, el nacional y el global. Guayaquil no es el centro de nada, tenemos que enlazarnos con inteligencia en una conectividad de todos con todos para entrar en orden.

Hoy tenemos que apostar ya no al Guayaquil embellecido, sino a un Guayaquil sostenible, como una sociedad agro-exportadora pero en evolución.

Apostemos con el ánimo de hallar un nuevo camino a una sociedad que rompa su modelo económico recolector-depredador, por uno que garantice la reverencia a la naturaleza y que impulse la recuperación de un hombre sabio y no un mono consumista, por lo menos elevemos nuestra calidad de educación para actualizarnos tecnológicamente como productores y consumidores de buen nivel.

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