Sobre el propio albedrío

Un ser libre es un ser ético, con metas claras, que no deja que los fantasmas ajenos o propios actúen en contra de sí mismo. Dicho de otra forma; no se estructura sobre ninguna imagen o ideología, sino sobre su propio albedrío.

La libertad, no es un trabalenguas de tu verdad ni de Dios, es un sinfín que nos conduce a un límite, donde tenemos que saber decir: Sí y No.

El diálogo en libertad comienza con un proceso de educación liberadora, donde se aprende un lenguaje con límite propio frente a ese “todo ajeno”.

DESAPARECERÉ: